La construcción de una planta de hormigón en Lendoiro consigue cimentar (perdón por el juego de palabras) la reacción pública de los vecinos de Pravio. Puede que los vecinos tengan toda la razón, o puede que los beneficios de esta industria a la comunidad sean mayores que las desventajas. Sea cual sea el caso, no cabe duda de que invertir tiempo y dinero en un diálogo abierto, acato a la ley e investigación imparcial a priori, es la mejor forma de evitar conflictos y pérdidas económicas a la larga. Leer noticia en La Opinión de A Coruña Digital
12 de febrero de 2006
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